miércoles, 16 de abril de 2008

La Inteligencia Mexicana

Octavio Paz
El autor nos hace referencia al mencionar a la “inteligencia” mexicana a aquellos hombres ilustres o pensadores surgidos después de la revolución, aquellos que por ser demasiado jóvenes no tuvieron al alcance la posibilidad de participar en la lucha armada, José Vasconcelos, uno de ellos plantea una nueva filosofía que a fin de cuentas resulto infecunda aunque no carente de originalidad, el resto de las mentes se encargaba de dirigir el país ya fuese atrás o delante del gobernante sindical, sus ideas y su “inteligencia” se convierte en vida para el nuevo estado nacido de la fiesta sangrienta de la revolución.
Al convertirse en tan vital elemento se ve envuelta en una doble crisis y todo su propósito cede al final para ser de manos del gobierno, y la inteligencia mexicana termina por atrofiarse, no sabe usar las armas de su propia mano, olvida el juicio, la critica y el examen y lleva al intelectual a hacer todo tipo de sacrificios, incluso aquel que conlleva renunciar a la obra personal y deja de ser el exiliado que ejerce su influencia desde fuera, para pasar al terreno de la acción política, no solo se encarga de sostener al país, también lo defiende, pero a costa de un alto precio.
Aunque esto no significa que nos salvamos de análisis y criticas respecto al ser del mexicano, los de aquel tiempo ya definían a la tradición mexicana como una negación de la colonia... todo en nuestro alrededor se trata de negación, negamos nuestros valores, negamos las tradiciones, negamos la raíces y sin embargo nos atrevemos a ser... que resulta una contradicción por que, ser para el mexicano implica ocultarse, una bonita definición de México resulta ser la negación de su pasado.
Para Octavio Paz el uso del lenguaje va más haya de ser un medio de comunicación de las palabras, lo describe como una forma de vida, la mas artística de las expresiones y donde la única herramienta que se posee son las palabras que tienen que ser empleadas con el cuidado concienzudo del buen escritor.

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