martes, 29 de abril de 2008

"La (contra) cultura en México. 2da Parte"


Esta segunda parte de la exposición del maestro, abarcó principalmente dos cuestiones: el movimiento estudiantil del 68 y la contracultura del movimiento de la “onda”.

En cuanto al movimiento estudiantil, le dio un enfoque más bien social; primero, me llamó la atención el esquema de ubicación territorial que nos mostró: era un mapa del Distrito Federal en donde se podían ver las diferencias de clases en aquella época. Aquellos que pertenecían a la UNAM (CU), eran, en gran parte, hijos de políticos pertenecientes a la clase media y media alta, quienes de ubicaban al centro del Distrito como en Coyoacán, hasta la Cuauhtémoc; mientras los del Politécnico, en donde había más variedad de clases, se localizaban en distintos puntos como en Cd. Neza, Azcapozalco, etc. Después, me pareció muy curioso que quienes comenzaron con la protesta años antes, fueron los de la facultad de derecho de la UNAM, que eran los hijos de los priistas.

Después, retomamos un tema que va muy relacionado con esto: la rebelión. Hay que recordar que una rebelión es un movimiento ante todo individual, en donde se planea rebelarse ante la sociedad. Esto fue lo que ocurrió en aquella época: hubo una lucha interna en la juventud; algo en su manera de percibir las cosas no funcionaba adecuadamente, creándose en ellos un gran conflicto. Al momento de descubrir que no eran los únicos, sino que compartían sus ideas con sus compañeros, se aliaron y se creó un gran movimiento. Así, el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco, culminó con hechos de sangre el movimiento estudiantil iniciado en julio del mismo año, en la ciudad de México.

“Lo que ocurrió el 2 de octubre de 1968 fue, simultáneamente, la negación de
aquello que hemos querido ser desde la Revolución y la afirmación de aquello que
somos desde la Conquista y aun antes. Puede decirse que fue la aparición del otro
México o, más exactamente, de uno de sus aspectos. Apenas si debo repetir que el otro
México no está fuera sino en nosotros: No podríamos extirparlo sin mutilarnos. Es un
México que, si sabemos nombrarlo y reconocerlo, un día acabaremos por transfigurar:
cesará de ser ese fantasma que se desliza en la realidad y la convierte en pesadilla de
sangre. Doble realidad del 2 de octubre de 1968: ser un hecho histórico y ser una
representación simbólica de nuestra historia subterránea o invisible. Y hago mal en
hablar de representación pues lo que se desplegó ante nuestros ojos fue un acto ritual:
un sacrificio. Vivir la historia como un rito es nuestra manera de asumirla; si para los
españoles la Conquista fue una hazaña, para los indios fue un rito, la representación
humana de una catástrofe cósmica. Entre estos dos extremos, la hazaña y el rito, han
oscilado siempre la sensibilidad y la imaginación de los mexicanos".

(Octavio Paz, Postdata, 306-307)

Tampoco fue sólo 1968, sino toda la década de los sesenta fue liberadora. No solo fue la lucha política en las calles, en las plazas y las escuelas, también fue (sobre todo) la batalla cultural de los jóvenes y las mujeres por romper contra la sociedad tradicional autoritaria y opresiva de los gobiernos, los empresarios, el clero, la familia, la escuela y el partido. La década de los sesenta fue una revolución cultural y política en los EEUU, en Francia, Alemania, Checoslovaquia; tanto en el mundo capitalista como al interior del llamado bloque socialista. Y en esa revolución fueron los jóvenes (los de la etapa más revolucionaria y transformadora de la vida) los que comenzaron a echar abajo el pensamiento y comportamiento viejo y tradicional. ¡Viva los hipies, los Beatles y los Rolling, la sicodelia, el amor libre, la libertad!

Todo esto me lleva a la segunda parte de la exposición: la cultura de la onda. Este nuevo movimiento planteaba las prácticas del amor libre y la liberación del cuerpo. Además, ya no sólo se trataba de los “rebeldes” de la clase media y media alta, sino que se habían aunado ya “los rebecos”, que pertenecían a clases más bajas.
Este movimiento se consideró en muchos aspectos "contracultural", pero sirvió como una válvula de escape a problemas tan graves como la matanza del Tlatelolco
y la represión de la "dictadura perfecta" del PRI.

"Rebeldes con causa"

Lo que Eric Zolov plantea en este libro es la llegada de rock and roll a México; cómo se introdujo en los jóvenes y marcó toda una generación.
El rock and roll, llega de Norteamérica como un descubrimiento de las clases media y media alta. Dichas clases, al tener la oportunidad de viajar más y de ser clientes de la industria discográfica y cinematográfica, descubren este movimiento y lo adoptan como moda. Además, una vez que es descubierto, esta misma clase quien, como cultura dominante, maneja los medios de comunicación (tele, radio y cine), comienzan a introducir la cultura el rock y de los “rebeldes” en la sociedad mexicana. A través de las modas y el estilo nuevo de comportarse, se crean grupos que cantan covers en español, de la música gringa que pegó años atrás. Los ídolos de la época eran César Costa, Alberto Vázquez, Manolo Muñoz, las banda “Los rebeldes del rock” (donde estaba Johnny Laboriel), etc.


A todo esto, nos llegó la una pregunta a la mente: ¿somos los jóvenes tan autómatas? ¿la música ha sido una mercancía?
Si bien, en la adolescencia se está en una constante búsqueda de identidad, en donde cualquier moda que los emocione o sorprenda querrán adoptarla; además, es una etapa en la que son muy sensibles ante las cuestiones familiares. Todo lo que han vivido en la infancia los ha marcado, y ahora que están creciendo, necesitan de un hogar estable en el cual poder desarrollarse pues, cuando se crece en una familia disfuncional, se ha de buscar a fuera una especie de “escape a la realidad”. En parte, esto fue lo que sucedió con la aparición del rock: vieron en el un escape; la rebeldía sería su mejor salida.


Una vez que la cultura dominante ha “desterritorializado” aquello que se había hecho como un movimiento individual, lo banalizan y comienzan con su comercialización.
Así, los jóvenes somos víctimas de de aquello que se nos muestra o se nos impone como “ideal”.
Sin embargo, esto no ha sido una suceso propio del rock and roll, sino que lo podemos seguir viendo en la actualidad. Las bandas “dark” y “emo” son un reflejo de ello. Es la adolescencia, la constante búsqueda de identidad y la necesidad de pertenecer a un grupo.

sábado, 26 de abril de 2008

"La edad de la violencia"


Cuando supe quiénes actuaban en esta película, me imaginé que sería una de esas historias aburridas que pasan en el canal 10 y que suelen gustarle a mi abuela. Bueno, pues me avergüenza decir eso pues, sin duda alguna el cine mexicano cuenta con excelentes películas aún en la década de 1960.

Esta película además de ser una representación del papel que jugó la rebeldía en la juventud de aquella época, muestra una gran historia en cuanto al perfil psicológico de cada personaje.

Un médico fracasado que se ha vuelto alcohólico, tiene que afrontar la personalidad que ha creado a sus dos hijos pues, esa actitud por parte de su padre, ha influido en su interior, en sus ideologías y en su manera de enfrentarse al mundo.

César Costa y Patricia Conde, representan a estos dos hermanos que son líderes de una pandilla de delincuentes. En su infancia lo habían tenido todo: una familia unida, un padre exitoso, una casa grande y lujos; sin embargo, tras una operación fallida del padre, todo se va a la ruina, se muere su madre, y de un momento a otro, rompen con este mundo para integrarse en uno donde han de crecer sólos (pues su padre se pierde en el alcohol) y ha de vivir aferrados a su pasado, encontrando en la delincuencia su salida más fácil.

Por otra parte, Alberto Vázquez representa al joven ejemplar: estudioso, trabajador, “moralmente correcto”. Cuando se topa con esta pandilla, claramente se puede observar la diferencia de personalidades. A pesar de que este muchacho es huérfano y ha tenido una vida humilde, se formó con un carácter tranquilo y con deseos de triunfar a través de sus estudios y su trabajo.

Al notar la gran habilidad de Alberto Vázquez para pelear, César Costa obliga a su hermana a conquistarlo para obligarlo a formar parte de su pandilla. El buen muchacho termina cediendo por amor, y Nancy (Patricia Conde) termina por enamorarse de él.

La historia tiene ciertos detalles que me llamaron la atención; primero, la música. Cómo los personajes bailan rock and roll y la importancia que éste tiene como influencia social para pertenecer a los “rebeldes” de la época, por un lado, pues por el otro están los ritmos populachones de la Sonora Santanera. Después, el hecho de querer pertenecer a un grupo, como es el caso del personaje de Manolo Muñoz. El hecho de ser un muchacho débil de carácter, lo hace querer pertenecer a la pandilla de los rebeldes, arriesgando su vida para formar parte de ella y que, al final de la película, su actitud de “querer ser malo” tendría graves consecuencias.

Me gustó la personalidad de “chico malo, rebelde y frío” que el personaje de César Costa se ha obligado a tener, pues en el fondo aún conserva a un niño necesitado de cariño; y que, aún cuando pareciera odiar a su padre por lo que se ha convertido, guarda un fuerte afecto hacia él.

No obstante saben que está mal lo que hacen, los muchachos continúan robando hasta terminar por enfrentarse a lo peor: ser asesinos. Al principio era una broma, pero uno de los muchachos, por el mismo deseo de pertenecer a la pandilla y mostrar que “es malo” a pesar de ser todo lo contrario, acaba con la vida del joven ejemplar representado por Alberto Vázquez.

Esta película muestra el cambio de ideología en la juventud de la época; el rock and roll y el papel que los adolescentes han de jugar ante la sociedad, influenciados en gran parte por la disfunción familiar.

miércoles, 23 de abril de 2008

"El otro lado de la cultura de los 60 (presentación del maestro)"


Me encantan estas clases en las que los maestros nos muestran un poco de su trabajo, presentándonos sus exposiciones con material que va fuera de la rutina.
Así ocurrió hoy; el prof. Pablo nos dio una exposición multimedia acerca del otro aspecto cultural en México en la década de los 60; realmente me dio tanto coraje no haberla disfrutado al cien por ciento, pues me atacó un terrible dolor de cabeza combinado con uno de esos mareos que no te permiten poner completa atención.

La exposición inició con una presentación de fotografías de la época como la gente en sus actividades cotidianas, personajes del cine, y de algún hecho trascendental con personajes históricos, por ejemplo, López Mateos y demás políticos en el periférico cuando se inauguró Viaducto Tlalpan; todas ellas a blanco y negro dándole un toque más representativo que lograba trasladarnos al pasado.

El profesor comentó algo muy importante: “actualmente se vive un gran desmodernización”. Esa frase me dejó pensando pues, si bien es cierto que desde hace ya casi cien años se ha estado buscando el progreso y la modernización del país, sólo se ha logrado lo contrario.
¿Será verdad que vamos en retroceso? ¿O simplemente estamos estancados?

Al ver la fotos, nos damos cuenta de que las modas eran otras; las novedades que en aquella época podían sorprender a la gente, actualmente no causarían impacto ni en un niño, pues es verdad que son otros tiempos y que los avances en la tecnología han influido en la ideología de las nuevas generaciones; sin embargo, se sigue percibiendo una misma esencia que nos caracteriza como mexicanos.

Las cuestiones sociales continúan girando sobre “el eterno retorno de lo mismo”, únicamente van cambiando los actores. La lucha por el capital es la misma, sólo que va cambiando de manos. En su interior, la gente sigue siendo regida bajo ese “inconsciente colectivo” del cual ya hemos hablado anteriormente; por eso, aunque se diga que los 60 son una “onda retro” argumentando con que ahora somos “más modernos”, si se hace consciencia de la situación, nos damos cuenta de que no. ¿Qué significaría ser modernos? Yo haría alusión al término si realmente se hubiera logrado ya el progreso del cual hablan todos; una sociedad realmente moderna, mucho más evolucionada en mente y espíritu. No la sociedad en la que actualmente vivimos, en donde la mayoría de la educación a los niños es tan fría y superficial, en donde su preparación radica en lo que se ve en la tele que, por lo general, son programas que no ayudan ni tantito en su crecimiento intelectual, y mucho menos, espiritual.

Pero para que tal cambio o “progreso” se lograra, se necesitaría de un gran proceso perfectamente estudiado, metiéndose con las cuestiones de la producción de capital y la distribución correcta del mismo, dejando a un lado las debilidades más terribles del ser humano, como la corrupción. Si quisiéramos una mejor educación para nuestras futuras generaciones, se tendría que tomar en cuenta la atención que se les pone a los maestros, desde su preparación hasta sus ingresos, para así motivarlos y que entraran en consciencia acerca de la responsabilidad que hay en sus manos. Asimismo tendría que ser con la familia; obviamente ahí tendríamos que involucrar cuestiones del empleo, de buenos salarios, prestaciones, etc. Sin embargo, como lo decía ayer, existe eso llamado conformismo. Eso que nos hace ser mediocres y olvidarnos de que “puede” y no “podría” existir un mejor futuro. Sí, es difícil; más no imposible.

En fin, la exposición de hoy me gustó mucho. Excelentes fotografías de nuestros antecesores, llenas de la energía de toda una época. Qué bonito ver a los “rebeldes” con sus chamarras de cuero, su cigarrillo en la boca y sus motos que estaban a la última moda. Qué padre ver las fotos de los “xipitecos” (que creí que se escribía hippietecos jajaja) con su moda psicodélica. Sin duda alguna, los 60 marcaron una etapa de nuestra sociedad. Ahora, hagamos algo que realmente nos caracterice como una “época moderna”.

martes, 22 de abril de 2008

"Crítica a mi Sociedad"

Ahora bien, ante tal actitud que asumimos de “seguir a la autoridad”, surge en mi la idea del “conformismo”.
En los últimos temas que hemos tratado en la clase, me han hecho pensar mucho en esta situación. Hemos visto ya de movimientos y luchas sociales, en donde se busca un mejor país en todos los aspectos, en donde “exista” la justicia; sin embargo, todas les lecturas me han hecho darme cuenta de que seguimos exactamente igual. Han cambiado las generaciones, a avanzado la tecnología, las modas e ideales son otros pero, los problemas son los mismos. ¿Por qué?
Estoy de acuerdo con que es muy difícil lograr un bienestar común; una “sociedad perfecta” en donde todo estemos llenos de metas por la cuales luchar con la seguridad de que las conseguiremos, en donde nuestros ideales no irán sólo a favor de nuestros propios intereses, sino de nuestro país. Demasiado iluso de mi parte. Estoy consciente de que la mayoría de la gente (no me puedo descartar por completo), a veces nos conformamos con estar bien con lo que tenemos; y no es que esté mal, es que hay casos que realmente me sorprenden. El mexicano promedio vive para “el hoy”, con tener “pa´l gasto del día” son felices. No se cuestionan a cerca de lo que ocurre afuera; no tienen ideales ni ambiciones, pues creen que es inútil, que es como desear algo imposible. ¿Y todo por qué? Porque, según ellos es culpa del gobierno. Muchos se levantan, y se quedan en el intento. Otros, prefieren no moverse. No se quieren meter con su rutina del día, ¿cómo perderse la telenovela de la noche por estar perdiendo el tiempo pensando en cosas que “de-todas-formas” no se podrán resolver?
Se que es cierto que la vida es más fácil cuando se vive con los ojos cerrados. Pero ¿qué tan dispuestos estamos por despertar, abrir los ojos y hacer algo por superarnos primero, a nosotros mismos, y luego hacer algo por nuestro país?

"El Poder"

Ya que hablé muy superficialmente sobre los movimientos sociales en México y tenemos una idea más o menos clara de los hechos, platicaré lo que sucedió en la clase de hoy…
Mientras hablábamos de los movimientos de los campesinos y obreros, nos surgió una duda sobre el ex presidente Lázaro Cárdenas: ¿qué era de él en aquel entonces? ¿Dónde quedó después de su presidencia? ¿Por qué ya no estaba ahí apoyando a los grupos campesinos en su lucha por que se cumplieran sus derechos?
Así, externamos nuestra duda al prof., y para nuestra sorpresa nos respondió con otras preguntas: ¿por qué siempre han depender de alguien para ir en busca de lo que quieres, o por qué se ha de necesitar de alguien en la cabeza para emprender con mayor seguridad? ¿Por qué se ha de maximizar la figura del gobierno? ¿por qué asumimos que éste manda?
Después de un gran silencio, Adrián respondió que tal vez tiene algo que ver con la figura de autoridad de nuestro padre. Entonces, el prof. Nos explicó varias cuestiones al respecto; es verdad la figura del patriarca que se tiene como referencia, como una figura a seguir, pero sucede que todo es parte del inconsciente colectivo.
En realidad, siempre (casi siempre) estamos dispuestos a acatarnos a las reglas con nos impongan las autoridades; o asumimos que lo que diga el gobierno es lo que se tiene que hacer. Dependemos de lo que ellos digan que se tiene que hacer, para hacerlo. Inlcuso, por más líderes que podamos resultar, siempre tenemos a alguien con nombre de “autoridad”.
Ante tal incógnita, formulamos varias suposiciones; hubo quiénes relacionaron al gobierno con el orden jerárquico de la familia; quiénes hablaron del máximo poder proveniente de la religión; mi equipo y yo lo relacionamos con el dinero; y por último un equipo que concluyó que la sociedad es tratada como “sociedad infantil” que depende de “papá gobierno” (por así decirlo).
Sin embargo, para mí sigue siendo tema de discusión. ¿en verdad nos domina un inconsciente colectivo?

"Un pueblo en la historia"

Lo que Enrique Semo pretende en esta lectura, es hacer un recuento de los movimientos sociales ocurridos en la década de 1958 a 1968; la cual dice fue donde ocurrieron las más agudas de las luchas sociales desde la década de los 20.
Esta situación, representó un gran peligro para la clase dominante, pues se puso en juego la forma en que dominaría el pueblo.
Primero se habla de una crisis en la agricultura que provocaría un aumento en el precio de los productos; y gracias al mal manejo administrativo de Adolfo Ruíz Cortínez, se empeoró el endeudamiento con el extranjero.
Como era obvio, comenzaron a surgir las inconformidades en la sociedad, creándose una crisis sindical en donde grupos de telegrafistas, ferrocarrileros y maestros, se levantaran en huelga reclamando sus derechos; asimismo contaron con el apoyo del Partido Popular Socialista encabezado por Vicente Lombardo Toledano.
Sin embargo, toda esta situación se hace a un lado y, después de un “fraude electoral”, se crea una nueva reforma en 1957, para posteriormente lograrse el “Milagro Mexicano” o “Desarrollo Estabilizador”, en donde según se reguló la economía y se estabilizaron los precios.
Pero yo me pregunto, ¿realmente hubo una estabilidad económica? ¿o todo se dio gracias a los fondos que pertenecían al pueblo mexicano que en realidad fueron absorbidos por la industria? Quien sabe, pero al parecer si tuvo beneficios a nivel social.
Cabe mencionar que no sólo se dieron movimientos de tipo campesino y obrero, sino estudiantiles; por ejemplo en el POLITÉCNICO, en 1958 con el fin de cambiar el plan de estudios. Todo ello logrado por la solidaridad entre grupos de estudiantes, la cual culminaría en la matanza de 1968, de la cual hablaré próximamente.

lunes, 21 de abril de 2008

"Ética y Moral"

¿Cómo puedo relacionar estos dos términos con respecto a mi carrera?

Hoy en la clase, nos cuestionábamos acerca de la felicidad. “¿Qué te hace feliz?”, nos preguntó el profe. Pablo. Aunque es una pregunta difícil, mis compañeros y yo tratamos de responderla, surgiendo un gran debate involucrando a la ética y a la moral. A partir de esto, el prof. comentó que existía una especie de incoherencia en nuestras ideas; fue cuando en pensó en dejarnos esta tarea.

Para empezar, para mí la ética es el tener sentido a cerca de lo que es bueno y lo que es malo dentro de nuestra sociedad; la moral, es el actuar conforme a tus principios, con base a la ética que te hayas impuesto.
Yo estudio la carrera de Comunicación. Sin duda alguna, dentro de ella se ha de requerir de mucha ética. Los comunicadores somos la voz de la sociedad; somos quien informaremos a acerca de lo que ocurre; quiénes daremos una opinión con respecto a la situación en la que vivimos. En nuestras manos está lo que ve, escucha y lee la gente. Simplemente, si se quiere el bien para nuestro país, ¿por qué no realizar nuestro trabajo con principios, limpiamente, con la certeza de que estamos siendo éticos?
Tristemente, los medios de comunicación son lo menos ético que existe (junto con los abogados jeje). Los periodistas y comunicadores suelen trabajar por interés, sin importarles mal informar o manipular la información con plena consciencia. Como hoy lo dije en clase, existe algo que se llama “egoísmo” que hace que se nos olvide que somos una sociedad, un conjunto que sólo triunfará unido. Pero, también somos egoístas y la conveniencia puede lograr que traicionemos nuestra moral.
Pero aún existimos aquellos quienes queremos trabajar por el bien de nuestro país; incluso de nuestro mundo.
Hay que hacer las cosas bien; para mi, hacerle bien a los demás, es hacerme bien a mi.

viernes, 18 de abril de 2008

"Los hijos de la Malinche"

(Octavio Paz)
Esta lectura de Octavio Paz me gustó, aunque se complicó un poco al cuestionarme sobre su idea principal.
Por el título podemos hacer referencia a que los mexicanos, como “hijos de la Malinche”, asumimos la misma conducta; ¿con respecto a qué? ¿a nuestra manera de asociar a la mujer con el concepto que se tiene de la Malinche? ¿o bien, a los mexicanos como sucesores de esta actitud “malinchista”, “traidora”?

Y esto me causa confusión pues, gran parte del texto habla del famoso término común en el lenguaje cotidiano del mexicano con todos sus derivados: “la chingada”. Paz explica que tal término adopta distintos conceptos en nuestra habla: si bien, “chingar” se refiere a molestar, “chingón” es aquel que triunfa en todo. E incluso cuando se quiere insultar a alguien, se le dice vulgarmente “hijo de la chingada”. La definición que el autor intenta darle a este última frase, es que la chingada es una mujer violada, sufrida, maltratada; asociando este último con la Malinche. Asimismo, hace una comparación de esta frase con la que utilizan en España: “hijo de puta”; en donde, el último término se asocia más bien con la mujer liberal, prostituta, en donde el hijo es un “bastardo”.

Lo que comentamos en la clase, fue que lo que se intenta plantear en la lectura, es que realmente existe un consiente colectivo, en donde de cierta forma se asocia a la mujer con el concepto que se tiene de “traidora” sobre la Malinche, y a su vez, a lo mexicanos como los hijos de ésta, desvalorizándonos provocando utilizar la frase “los mexicanos somos unos hijos de la chingada”… ya no sé si me parece muy duro y muy determinista, o si puedo encontrar algo de verdadero en ello.

"Movimientos Feministas en México"

(Cristina González)

Hace unos día hablábamos del machismo; ahora es el turno del feminismo.
Esta lectura no la pudimos abarcar bien en clase puesto que no todos mis compañeros tuvieron acceso de ella; sin embargo, hay que mencionar algunos puntos importantes que en realidad yo desconocía.

Primero, Cristina González menciona que las primeras luchas de las mujeres se dieron previas la revolución mexicana, contrastando con la mentalidad que se podría llegar a tener sobre el papel de la mujer (en el hogar). Estas primeras luchas se dieron en industrias textiles y tabacaleras, en donde realizaron huelgas demandando aumento de salarios y reducción de jornada de trabajo.

No obstante durante la revolución el papel de la mujer si se enfocó en su mayoría dentro del hogar, una vez concluida ésta, se abre un período muy rico de la lucha de las feministas que estuvo signada por acontecimientos políticos de suma importancia; sin embargo, en la Constitución de 1917 aún se negaba el derecho al voto a la mujer.

Posteriormente, menciona el Partido Comunista de México fue de gran influencia en la organizaciones feministas durante los veintes y los treintas, dando pie a la formación del “Consejo Feminista en México”. Asimismo, en 1931, se promulga la ley Federal del Trabajo en la que se reglamenta el trabajo a la mujer.

Finalmente, cuando Lázaro Cárdenas llega a la presidencia, llega también una buena etapa movilizadora y reorganizativa culminante para la mujer, pues en 1935 se forma el Frente único Pro Derecho de la Mujer (FUPDM), en donde se planteaba la igualdad social, y el cual daría paso para lograr darle a la mujer el derecho al voto.

La lectura le da un enfoque muy distinto a lo comentado anteriormente: el lado político de la mujer, en donde se presenta como autosuficiente, luchando por darse su lugar dentro de la sociedad.

jueves, 17 de abril de 2008

"Una familia de tantas"

Ya que hice un viaje al interior de mis pensamientos y sentimientos, y les mostré un parte de mi, volvamos con el tema del "machismo" y el papel de la mujer mexicana a mediados del siglo pasado.

“Una familia de tantas”, película filmada en 1948 producida por Alejandro Galindo, es un reflejo de una típica familia de esa época.
La familia Cataño es de buen nombre ante la sociedad y por lo tanto hay que luchar por mantenerlo; para esto, el padre de la casa se hará cargo de que todo esté en orden, claro, a través de su imagen de buen macho mexicano. Su esposa, tendrá que obedecer al pie de la letra lo que el señor diga, al igual que las hijas, quiénes ni siquiera pueden hablar delante de su padre.
Como se pudo haber supuesto, la hija mayor no aguantó más y huyó de la casa con su novio en busca de la libertad que siempre le prohibieron; a lo cual Maru, la hija siguiente, tendría que cuidar y jamás pensar en cometer una locura como tal. Pero llegó el día en que un vendedor de aspiradoras apareció en la casa de la familia Cataño y que no imaginaron rompería con el orden tradicional que habían tratado de mantener hasta ese entonces. El joven vendedor se hace fiel amigo de Maru, por supuesto cayendo plenamente a los pies del amor. ¡Pero no! Ni pensar en una cosa así… ¿cómo se lo diría a su padre?

Tras una serie de sucesos de tensión por lo que podría pasar, Roberto decide hablar con el padre de Maru y pedirle su mano, y… hasta cree que el señor Rodrigo Cataño accedería con una sonrisa sin ningún problema, ¡no!, por supuesto que se negó rotundamente, a lo cual los jóvenes se rebelaron y se casaron aún en contra de la decisión del padre.
Ahí se ven quebrantados los sueños de la jovencita de llegar al altar y ser entregada por su padre, pues se casaría sin la presencia de su familia. Triste escena en la que la madre, llorando, está poniéndole el vestido de novia a su hija; sin embargo, no haría nada al respecto, pues ¿cómo ir en contra de la desción de su marido?
Al parecer, al final de la película, la madre logra abrir los ojos al darse cuenta de las consecuencias de la sumisión; tratando de dar un mejor futuro a sus hijos menores, y olvidarse de la vida de sufrimiento y órdenes que le daba su esposo.

Sin duda alguna es una excelente película; maneja la psicología de cada personaje, en cuanto a actitudes y las consecuencias de tales. No niego que la madre logró desesperarme por ese carácter tan abnegado; sin embargo, hay que recordar que esta situación fue real. “Fue…”
Y volvemos a mis preguntas de hace dos temas… ¿en realidad esa situación ha terminado?


"Nuestras Máscaras Mexicanas"


Bien, ayer abarcamos este capítulo del maestro Octavio Paz y hoy recordé que el prof. Pablo nos impuso una tarea: hablar de nuestras propias máscaras (y de las de algunos compañeros jeje).

Primero, me parece increíble el grado de desconfianza por el que puede pasar el hombre... A veces nos cuesta trabajo mostrar nuestra verdadera personalidad cuando conocemos alguien por primera vez o cuando estamos en situaciones que son distintas a lo que estamos acostumbrados. ¿Es por desconfianza? ¿pena? ¿miedo? No lo sé, tal vez es una mezcla de las tres, las cuales nos pueden llegar a manejar olvidando que no hay nada como la honestidad y ser siempre tú mismo.

Yo, Denisse Aguilar, me confieso víctima de esa inseguridad. Entre que hago honor a mi signo zodiacal “géminis” (el de la doble cara) y que a veces soy algo desconfiada, termino cayendo en esta extraña situación. Y digo extraña, porque la verdad no logro entenderme muy bien. Normalmente, al conocer a alguien me muestro abierta y de lo más confiada; sin embargo, al pasar el tiempo, según como voy observando a los demás, es cuando acudo a estas “máscaras”. Si no me siento a gusto, no lo muestro, simplemente utilizo la máscara de “callada autista” y hago como si no pasara nada, cuando por dentro estoy pegando un grito desesperado. Si estoy con alguien que siento que puede imponerme de alguna forma, utilizo la máscara de la niña “tranquila” “ buena” como defensa, tal vez. Y es que no es que quiera ser hipócrita, como se le podría llamar; es sólo que quizá es necesario, natural o parte de nosotros.

Es como mi compañero Otón. Cuando lo conocí, inmediatamente lo apodé “smiley” (sonriente) por la sonrisota que llevaba en la cara y que mantenía toda la clase; aseguraba que era un chavo de lo más tranquilo, y de cierta forma, débil de carácter. Por ello fue grande la sorpresa que me llevé al saber que es teniente del Colegio Militar, y tratándolo más, me di cuenta es una persona tan segura, tan arraigada a sus ideas y tan fuerte de carácter, que el apodo de “smiley” se fue al olvido.

O que tal mi compañero Víctor. He tenido la oportunidad de tratarlo un poco y aún no logro descubrir del todo bien cómo es. Para empezar, es actor. Tiene 41 años y se animó a cursar una carrera a esta altura, lo cual me parece admirable. De primera vista, es un señor duro, que parece conocer mucho y al cual no podría interesarle tratar con chavos de nuestra edad; pero, después de algunos trabajos juntos, he descubierto en él a una persona divertida, con ganas de seguir conociendo y abierto a tratarnos e integrarse a nuestro círculo.

Quien realmente me intriga es el profesor Pablo de Historia (oooh)… Lo conocemos como al maestro culto, con mucha experiencia en el área, de carácter tranquilo y serio; no suele involucrarse mucho con nosotros, por eso me pregunto ¿cómo será su personalidad fuera de las aulas?

Como ya lo dije, tal vez sí es de lo más natural guardar ciertas máscaras; es parte del ser humano tener una personalidad para nosotros, para nuestro interior, y mostrar otra diferente al mundo. Y eso no quiere decir que no seamos nosotros mismos, sino que simplemente somos multifacéticos y este mecanismo de defensa nos sirve para intentar adaptarnos a grupos distintos.

¿O no?


miércoles, 16 de abril de 2008

"Máscaras Mexicanas"



Hace un rato hablábamos de los mexicanos; intentamos analizar el por qué de su sentimiento de inferioridad y su desvalorización, ahora abarcaremos otros temas también muy característicos de lo que se dice la “personalidad del mexicano”: el machismo, la desconfianza y la mujer sumisa.

En el capítulo de “Máscaras Mexicanas” incluido en el libro “El laberinto de la soledad”, Octavio Paz habla de esta desconfianza del hombre; comenta que éste se encierra en sí mismo porque es parte de su hombría, ya que el abrirse hacia los demás es símbolo de traición. Y la mujer… Paz hace alusión a aquella sumisa mexicana de mediados del siglo XX, en donde vive cargando la cruz de su marido porque “así tiene que ser”; no es alguien, es un objeto al que se le puede atribuir perdiendo valor gracias a su fama de sentimental.

Ahora bien, se hace referencia a tal estereotipo si recordamos el siglo pasado; sin embargo yo me pregunto ¿esta situación realmente ha cambiado?.

Si recordamos la película “Una familia de tantas” (de la que hablaré con más detalle después), tenemos a la típica familia mexicana en donde la mujer obedece al esposo-quien manda y da órdenes- y depende de él en todos los aspectos, transmitiendo esta misma cultura a sus hijas. Es cierto que esto ha cambiado… pero de cierta forma. Aun me sigo encontrando con familias que viven en esta situación, tristemente. Y tal vez la mujer es mucho más independiente en el aspecto económico, se realiza profesionalmente y logra sus objetivos; más al momento de formar una familia, tal vez ya no tan duro, pero se sigue dando el mismo rol del que hablábamos.

¿Por qué?

¿Por qué si algo está “padre” es porque está genial, y si algo “vale madres” es porque no vale nada?

Sin comentarios…

Psicoanálisis del Mexicano

Samuel Ramos


El día de hoy, tuve la oportunidad de exponer este tema en clase, hecho que me pareció excelente pues fue una lectura que pude disfrutar.

Si bien es cierto que mucho del contexto pertenece a la época en que fue escrita, no hay duda de que áún se pueden observar algunas de las características que Ramos hace notar en el capítulo de este libro "El perfil del hombre y la cultura en México".

Me pregunto, ¿tiene algún sentido ser mexicano?, ¿poseemos una personalidad que nos identifica?

En este capítulo, el autor intenta hacer un análisis del carácter del mexicano a través de su sentimiento de inferioridad; nota, no dice que el mexicano sea inferior, sino que SE SIENTE inferior.

Pero, ¿por qué se siente inferior?

Una de sus teorías, ayudado por Adler, proviene de conquista de los españoles, en donde al ser dominados por los españoles, hubo una desvalorización del individuo mexicano; además de que aclara que el ser humano tiende a caer en este sentimiento al ser niño, cuando descubre su mínima fuerza compara a la de sus padres.

Entonces, para comenzar el análisis, Ramos divide en tres capas sociales: el pelado, el mexicano de la ciudad y el burgués mexicano. Explica que el pelado es aquel ser cínico, hostil, macho y vulgar que disfruta de hacer sentir menos al otro protegiendo así su sentimiento de inferioridad; el mexicano de la ciudad es el desconfiado, no cree en nada ni en nadie, y vive a la buena de Dios olvidando que existe el futuro; y por último, el burgués mexicano que, aún reconociéndose como el "más inteligente" , su sentimiento de inferioridad proviene del mero hecho de ser mexicano.

¿Por qué ocurre esto?

Una de las teorías es que en el momento de su independencia, los mexicanos quisieron ser una civilización moderna, pero sus posibilidades reales no se lo permitían. A partir de esto vivieron bajo un "ideal inalcazable". Entonces, a lo largo de la historia, los mexicanos no han sido ellos mismos, con sus cualidades y defectos, sino que ocultan su verdadero ser bajo la "imitación de lo extranjero", la cual es un mecanismo de defensa que logra liberar a los mexicanos del sentimiento deprimente de la incultura.

Por ello, es necesario un esfuerzo de introspección nacional, liberarse de complejos inconscientes, y así poder lograr un nacionalismo coherente.


La Inteligencia Mexicana

Octavio Paz
El autor nos hace referencia al mencionar a la “inteligencia” mexicana a aquellos hombres ilustres o pensadores surgidos después de la revolución, aquellos que por ser demasiado jóvenes no tuvieron al alcance la posibilidad de participar en la lucha armada, José Vasconcelos, uno de ellos plantea una nueva filosofía que a fin de cuentas resulto infecunda aunque no carente de originalidad, el resto de las mentes se encargaba de dirigir el país ya fuese atrás o delante del gobernante sindical, sus ideas y su “inteligencia” se convierte en vida para el nuevo estado nacido de la fiesta sangrienta de la revolución.
Al convertirse en tan vital elemento se ve envuelta en una doble crisis y todo su propósito cede al final para ser de manos del gobierno, y la inteligencia mexicana termina por atrofiarse, no sabe usar las armas de su propia mano, olvida el juicio, la critica y el examen y lleva al intelectual a hacer todo tipo de sacrificios, incluso aquel que conlleva renunciar a la obra personal y deja de ser el exiliado que ejerce su influencia desde fuera, para pasar al terreno de la acción política, no solo se encarga de sostener al país, también lo defiende, pero a costa de un alto precio.
Aunque esto no significa que nos salvamos de análisis y criticas respecto al ser del mexicano, los de aquel tiempo ya definían a la tradición mexicana como una negación de la colonia... todo en nuestro alrededor se trata de negación, negamos nuestros valores, negamos las tradiciones, negamos la raíces y sin embargo nos atrevemos a ser... que resulta una contradicción por que, ser para el mexicano implica ocultarse, una bonita definición de México resulta ser la negación de su pasado.
Para Octavio Paz el uso del lenguaje va más haya de ser un medio de comunicación de las palabras, lo describe como una forma de vida, la mas artística de las expresiones y donde la única herramienta que se posee son las palabras que tienen que ser empleadas con el cuidado concienzudo del buen escritor.

Imprenta y Vida Pública

Gabriel Zaíd
Además de la lectura original, tuve la gran oportunidad de leer un enayo que Gabriel Zaíd construyó en homenaje a Daniel Cosío Villegas, titulado Imprenta y Vida Pública.
En dicho ensayo, Zaid comenta que la aparición de la imprenta cambió las relaciones del saber con el poder, se multiplicaron los aspirantes al poder y arrancó el privilegio de la escritura a los privilegios de otras legitimidades.
Comementa que hoy el poder en Méxivo está en manos de los universitarios y que los presidentes llegan por "un golpe del cielo".
Y es que es verdad que se ha perdido la magei de la república de las letras, pues ahora toda influencia es dominación, todo poder es político, todo está integrado y presidido por una cúspide de poder.
Es aquí cuando hace notar a Cosí Villegas, pues este personaje realizó una reflexión sobre el poder; como todos, empezó por creer que el centro de la vida pública era la presidecia, pero como pocos, se dio cuenta de que ser presidente era lo menos público de la república.
Es así como Cosío Villegas decide dedicarse al servicio público independiente, pues supo ver que era más universitario trabajar por la patria del público lector.

Los Nazis en México

Adolf Hitler empleó petróleo mexicano para su «guerra relámpago» (blitzkrieg) contra Europa, apoyado en una red clandestina formada por funcionarios del gobierno de México, según este libro del periodista Juan Alberto Cedillo.
Durante el mandato de Ávila Camacho y con EEUU ya involucrado en la guerra, el comercio de crudo entre México y Alemania pasó a ser clandestino y dirigido por una red de agentes nazis y funcionarios mexicanos.
El hidrocarburo mexicano resultó determinante para la estrategia de «blitzkrieg» (guerra relámpago) del líder nazi, caracterizada por los bombardeos.
Antes de la salida de Cárdenas, Hitler había envidado a México a agentes de muy alto nivel, para asegurarse el suministro. Dos de ellos fueron Hans Werner, multimillonario suizo que era en aquel entonces el hombre más rico del mundo, e Hilda Kruger, una espía alemana que había sido amante del ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels y que atrapó en su red a funcionarios muy próximos a Manuel Ávila Camacho.
De acuerdo a la investigación, Kruger estableció una relación sentimental con el entonces secretario de Gobernación, Miguel Alemán, quien más tarde sería presidente de México (1946-1952).El hermano del mandatario Manuel Ávila Camacho, Maximino, integró la red de suministro a Alemania, junto con varios gobernadores del país.
En México, los nazis tuvieron el apoyo abierto de varios empresarios de los medios de comunicación, como Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien prestó sus servicios a Hitler a través de la radiodifusora W, cuyo lema era "La voz de América Latina desde México".
Además, simpatizaban con la causa Novedades y El Universal, pero el más rabioso era Excélsior, en su periódico vespertino Últimas Noticias, donde se publicaba todo a favor de Alemania. Este país era bien visto en México. Las atrocidades de los nazis nunca se conocieron por acá, sino hasta que finalizó la Segunda Guerra Mundial".
Sin embargo, la principal fuente de información directa, entonces, era la radio. La W tenía agentes nazis infiltrados. El gerente de programación, que se apellida Vélez, utiliza la antena de la W para mandar secretos a Alemania, que le pasaba la embajada alemana. Los mensajes cifrados eran enviados entre comerciales.