sábado, 26 de abril de 2008

"La edad de la violencia"


Cuando supe quiénes actuaban en esta película, me imaginé que sería una de esas historias aburridas que pasan en el canal 10 y que suelen gustarle a mi abuela. Bueno, pues me avergüenza decir eso pues, sin duda alguna el cine mexicano cuenta con excelentes películas aún en la década de 1960.

Esta película además de ser una representación del papel que jugó la rebeldía en la juventud de aquella época, muestra una gran historia en cuanto al perfil psicológico de cada personaje.

Un médico fracasado que se ha vuelto alcohólico, tiene que afrontar la personalidad que ha creado a sus dos hijos pues, esa actitud por parte de su padre, ha influido en su interior, en sus ideologías y en su manera de enfrentarse al mundo.

César Costa y Patricia Conde, representan a estos dos hermanos que son líderes de una pandilla de delincuentes. En su infancia lo habían tenido todo: una familia unida, un padre exitoso, una casa grande y lujos; sin embargo, tras una operación fallida del padre, todo se va a la ruina, se muere su madre, y de un momento a otro, rompen con este mundo para integrarse en uno donde han de crecer sólos (pues su padre se pierde en el alcohol) y ha de vivir aferrados a su pasado, encontrando en la delincuencia su salida más fácil.

Por otra parte, Alberto Vázquez representa al joven ejemplar: estudioso, trabajador, “moralmente correcto”. Cuando se topa con esta pandilla, claramente se puede observar la diferencia de personalidades. A pesar de que este muchacho es huérfano y ha tenido una vida humilde, se formó con un carácter tranquilo y con deseos de triunfar a través de sus estudios y su trabajo.

Al notar la gran habilidad de Alberto Vázquez para pelear, César Costa obliga a su hermana a conquistarlo para obligarlo a formar parte de su pandilla. El buen muchacho termina cediendo por amor, y Nancy (Patricia Conde) termina por enamorarse de él.

La historia tiene ciertos detalles que me llamaron la atención; primero, la música. Cómo los personajes bailan rock and roll y la importancia que éste tiene como influencia social para pertenecer a los “rebeldes” de la época, por un lado, pues por el otro están los ritmos populachones de la Sonora Santanera. Después, el hecho de querer pertenecer a un grupo, como es el caso del personaje de Manolo Muñoz. El hecho de ser un muchacho débil de carácter, lo hace querer pertenecer a la pandilla de los rebeldes, arriesgando su vida para formar parte de ella y que, al final de la película, su actitud de “querer ser malo” tendría graves consecuencias.

Me gustó la personalidad de “chico malo, rebelde y frío” que el personaje de César Costa se ha obligado a tener, pues en el fondo aún conserva a un niño necesitado de cariño; y que, aún cuando pareciera odiar a su padre por lo que se ha convertido, guarda un fuerte afecto hacia él.

No obstante saben que está mal lo que hacen, los muchachos continúan robando hasta terminar por enfrentarse a lo peor: ser asesinos. Al principio era una broma, pero uno de los muchachos, por el mismo deseo de pertenecer a la pandilla y mostrar que “es malo” a pesar de ser todo lo contrario, acaba con la vida del joven ejemplar representado por Alberto Vázquez.

Esta película muestra el cambio de ideología en la juventud de la época; el rock and roll y el papel que los adolescentes han de jugar ante la sociedad, influenciados en gran parte por la disfunción familiar.

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