miércoles, 23 de enero de 2008

"La Revolución Mexicana, 1910-1920"

Womack, John. “La revolución mexicana, 1910-1920”, en Leslie Bethell (ed.) Historia de América Latina. tomo 9, Barcelona, Crítica, 1992, pp. 78-145.

Entre 1910 y 1920 México fue sacudido por una serie de luchas y revueltas conocidas como revolución mexicana, que intentaron transformar el sistema político y social creado por Porfirio Díaz. La revolución mexicana, que contribuyó a formar el México contemporáneo, no tuvo un carácter homogéneo, sino que consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos, protagonizados por distintos jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de la nación.
Al principio, Womack la describe como un movimiento por el pueblo y para el pueblo, y que cuánto más sangrienta sea la lucha, más se hará la diferencia.
De 1910 a 1917, se dio un alzamiento masivo, violento, nacionalista. Se dice adiós al Antiguo Régimen, los campesinos revindican sus tierras, los trabajadores organizan sindicatos, y el gobieron explota riquezas para el bienestar nacional. He aquí una nueva época en México.
La pregunta es: si México había experimentado ya un Revolución Social, ¿cómo podía explicarse que 30 años después se repitieran las antiguas costumbres?
Se dice que más que entre clases altas y bajas, la Revolución comenzó entre elementos favorecidos de las mismas clases; es innegable que durante la revolución, la sociedad mexicana experimentó crisis extraodinarias y cambios serios.
Como y lo mencioné, todo comenzó por el Plan de San Luis que Francisco I Madero creó en contra de la reelección de Díaz; reclamaba un fraude electoral. Ahí estalla la Revolución, pues los campesinos apoyan a Madero, tras la promesa de devolverles sus tierras. Tras ciertas derrotas, Madero logra llegar a la presidencia, sin embargo, olvida la promesa que había hecho a los campesinos, quiénes se levantan en su contra. No fue hasta 1915, que Carranza, quien después del asesinato de Mdero llegó a la presidencia, se dedicó a reorganizar el país, mientras las tropas de Obregón batían los focos de rebelión. Una de sus más importantes labores fue promover la elaboración de la llamada constitución de Querétaro, promulgada en 1917, que confería amplios poderes al presidente, daba al gobierno derechos para confiscar las tierras de los latifundistas, introducía medidas laborales referidas a salarios y duración de jornadas, y se mostraba decididamente anticlerical.
Tras la muerte de Carranza, Adolfo de la Huerta asumió la presidencia interina hasta que Obregón fue elegido en las elecciones de noviembre de ese mismo año.Para muchos historiadores, la fecha de 1920 marcó la finalización de la revolución mexicana. Sin embargo, las revueltas militares y las situaciones de violencia esporádica prosiguieron hasta 1934, cuando llegó a la presidencia Lázaro Cárdenas, quien institucionalizó las reformas que se habían iniciado en el proceso revolucionario y que se legitimizaron con la constitución de 1917.

1 comentario:

Richi Aguirre dijo...

Muchas gracias por la información, acabo de entrar al módulo y me ayudó mucho :3